Esta Iglesia no nació en el corazón de un hombre, sino en el corazón de Dios… No nació hace meses, sino desde la eternidad. No será conocida por su nombre, ni por el nombre de su Pastor. Será conocida como lo fue el Arca del Pacto: "Porque la presencia de Dios está aquí, porque siempre Dios irá adelante, y Su Gloria es nuestra retaguardia, porque el movimiento del Espíritu Santo será de tal magnitud, que vendrán de otras congregaciones a verlo". Un Avivamiento como no ha existido antes en estas Ciudades. Esta Iglesia es un lugar de refugio para todos los que entran por las puertas.